La ecología en el aula de preescolar
El cuidado del ambiente y la protección de todas las especies y recursos del planeta es responsabilidad de todos, por ello, es necesario que desde edades tempranas los niños y niñas comprendan la importancia de utilizar adecuadamente todo lo que nos ofrece la naturaleza. El contacto con la naturaleza, la observación, experimentación y el descubrimiento permitirán crear un lazo con lo que les rodea, por tanto será más significativo cuidar aquello que les importa y que sienten parte de sí mismos.
Se debe iniciar sensibilizando y promoviendo el conocimiento sobre el ambiente, que permita al infante tomar sus propias decisiones. La educación inicial es una de las primeras instancias que fomentan hábitos, actitudes y comportamientos; tanto a nivel personal como social, debe ser además una educación holística que permita la construcción de aprendizajes significativos para la vida, es decir, que puedan aplicarse en la cotidianeidad. Los niños y niñas con agentes de cambio, participes de la sociedad y personas que construyen y reconstruyen el ambiente en el que viven; puede que su participación no sea tan valorada como debería pero pueden ayudar a formar una cadena familiar respecto al cambio de costumbres. En este sentido, el papel del docente en cuanto a la correcta intervención y promoción del cuidado del ambiente es vital para generar interés y cambio en las personas que están en contacto con su labor. “La Educación Preescolar tiene el encargo social de centralizar y dirigir las influencias educativas intencionales que caracterizan sus funciones de carácter profesional y especializado dentro de la fo rmación de la personalidad de los niños y niñas, lo que puede incluso extenderse directa o indirectamente a la familia, a otros adultos y a la comunidad”. (Reyes Vega, N. 2001:2) La educación como se menciona anteriormente tiene un papel fundamental, no se trata sólo de transmisión de información, de aplicar sin sentido propuestas o proyectos ambientales; sino de promoción de pequeñas acciones que del interior del aula y que incidan sobre los niños y niñas del grupo, así como sus familias. No se pretende crear una reforma de actitudes y hábitos de un día para otro, sino de interiorizar la importancia del respeto por el planeta, que es el único lugar que tenemos para vivir. En el blog Educación ambiental para el preescolar, encontramos una serie de sugerencias que pueden ayudar a fomentar fortalecer hábitos sostenibles con el ambiente, tanto con niños como con los docentes (Karla P, 2009): En el trabajo con los niños: •Huertos escolares: la utilización de pequeños espacios para que los niños interactúen con actividades productivas económicas con resultados a corto plazo, que sirve como laboratorio natural donde observan el crecimiento, reproducción y aprovechamiento de diversos vegetales; además que se genera en ellos el sentimiento de responsabilidad. •Herbolaria: conocimiento de las propiedades medicinales de las hierbas, el cuidado de las plantas, y la preservación de una cultura de la medicina alternativa que repercute en su salud. •Hábitos alimenticios: modificación en la práctica de consumos que se generan en el ambiente escolar al incorporar alimentos sanos en las prácticas de los desayunos y tiendas escolares. •Rincones de Ciencia: el cuidado y manejo de la naturaleza abre importantes e interesantes espacios para que el niño adquiera conocimientos científicos y utilice materiales de laboratorio y lo más importante el lenguaje científico. •Creación de viveros: el rescate de la flora regional y el conocimiento de los medios de reproducción y de los cuidados que deben tener las plantas frutales o de ornato. •Cuidado del agua: concientizar a los niños de la importancia del uso racional de este recurso. •Manejo de desechos: los niños son nuestra esperanza más sólida de poder vivir en un mundo menos contaminado; saber que separando los desechos se ahorra energía y se ensucia menos los hará los mejores promotores de esta actividad. •Reforestación: participar en actividades del rescate de áreas verdes y bosques propicia responsabilidades en los niños. •Parques rústicos: re-utilizar los desechos para proponer un espacio recreativo enseña a la comunidad en general y principalmente a los niños que la creatividad convierte contaminación en sano esparcimiento. |
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Bibliografía
P., Karla. (2009). Educación ambiental en preescolar. Recuperado el 29 de noviembre del 2012, de: http://educacionambientalpreescolar.blogspot.com/
Reyes Vega, N. (2011). La educación ambiental del niño en la edad preescolar. Recuperado el 29 de noviembre del 2012, de: http://www.revistaedusol.rimed.cu/articulos/vol_3_2011/art_noalbis.pdf