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La huella ecólogica

La huella ecológica es un término que está en boga actualmente, sin embargo, muchos desconocen su verdadero significado y la implicación que tiene en los hábitos personales y sociales, en la sostenibilidad y en el impacto al ambiente que producimos cada uno; por tanto, reducir nuestra huella ecológica es algo imprescindible y responsabilidad de todos.

El grupo MASR (Marketing y Acciones Socialmente Responsables) nos ofrece una reseña sobre el término de huella ecológica.

La primera publicación académica sobre la huella ecológica fue hecha por William Rees en 1992. El concepto de huella ecológica y el método de cálculo fueron desarrollados como la tesis doctoral de Mathis Wackernagel, bajo la supervisión de Rees de la Universidad de British Columbia en Vancouver, Canadá de 1990-1994. Originalmente, Wackernagel y Rees llamaron al concepto “apropiada capacidad de carga.” Para hacer la idea más accesible, a Rees se le ocurrió el término “huella ecológica.” A principios de 1996, Wackernagel y Rees publicaron el libro “Nuestra Huella ecológica: La reducción de impacto humano sobre la Tierra” (2010)

Como se muestra anteriormente, el término de huella ecológica tiene más de dos décadas de publicado, poco a poco las personas se han interesado por el cuidado del ambiente y la reestructuración de los daños provocados al planeta; es por ello que es un tema que muchos mencionan o conocen pero aún falta que muchos apliquen, por otro lado, encontramos quiénes que del todo no reconocen el daño ambiental que se está causando.

En este ámbito la educación juega un papel muy importante, ya que puede llegar e impactar no solo a sus estudiantes sino también a sus familias y comunidad. El documento presenta por tanto, una definición de la huella ecológica, cómo se realiza el cálculo de la misma y recomendaciones sencillas que podemos aplicar para reducir nuestra huella ecológica.

La huella ecológica

¿Qué es la huella ecológica?

Todos los seres humanos, plantas y animales del planeta necesitan alimento, energía y agua para vivir; en el caso del ser humano, la cantidad de recursos que utiliza depende de su estilo de vida. La expresión huella ecológica se utiliza para indicar la cantidad de recursos que utilizan los seres humanos para mantener un determinado estilo de vida, es decir, la huella ecológica varía según el individuo, comunidad u organización, como menciona Global Footprint Network (2012)

La huella ecológica ha emergido como la principal medida mundial de la demanda de la humanidad sobre la naturaleza. Mide cuánta área de la tierra y del agua requiere una población humana para producir el recurso que consume y absorber sus desechos usando la tecnología prevaleciente.

El principal objetivo de la huella ecológica es determinar el impacto que tiene en el planeta tomar una u otra decisión, determinada por el modo de vida especifico que tenga una persona o población especifica, éste por tanto, es un factor determinante para la sustentabilidad de los recursos del planeta. Sin embargo, como menciona Hernández, F, «el cálculo de la huella ecológica es complejo, y en algunos casos, imposible, lo que constituye su principal limitación como indicador» (2012:2), este cálculo se realiza en términos de impacto ambiental en la superficie utilizada.

El inadecuado manejo de los recursos naturales y la información tan escasa e inexacta que se ofrece es uno de los principales motivos del sobregiro ecológico que se vive actualmente, es decir, se presenta el fenómeno de que el planeta no puede recuperar la misma cantidad de recursos que se gastan en un determinado período de tiempo.

Desde hace el fin de la década 1970, la humanidad está en un sobregiro ecológico con demanda anual excediéndose en los recursos que puede regenerar la tierra cada año. Ahora le tarda a la tierra un año y cinco meses para regenerar lo que utilizamos en un año. Mantenemos este sobregiro al liquidar los recursos terrestres. Es una amenaza sumamente subestimada para el bienestar humano y la salud del planeta, una que no se aborda adecuadamente.

La filosofía del cálculo de la huella ecológica tiene en cuenta los siguientes aspectos (Navarra.es. 2012):
  • Para producir cualquier producto, independientemente del tipo de tecnología utilizada, necesitamos un flujo de materiales y energía, producidos en última instancia por sistemas ecológicos.
  • Necesitamos sistemas ecológicos para reabsorber los residuos generados durante el proceso de producción y el uso de los productos finales.
  • Ocupamos espacio con infraestructuras, viviendas equipamientos, etc. reduciendo, así las superficie de ecosistemas productivos.

Aunque este indicador integra múltiples impactos, hay que tener en cuenta entre otros, los siguientes aspectos que subestiman el impacto ambiental real (Navarra.es. 2012):
  • No quedan contabilizados algunos impactos como la contaminación del suelo, la contaminación del agua, la erosión, la contaminación atmosférica (a excepción del CO2), etc.
  • Se asume que las prácticas en los sectores agrícola, ganadero y forestal es sostenible, esto es, que la productividad del suelo no disminuye con el tiempo. Obviamente, con el tiempo, la productividad disminuye, a causa, entre otras, de la erosión, contaminación, etc.

Por tanto, la huella ecológica al tener un margen de error en el que no contempla ciertos componentes o consecuencias, posiblemente es aún mayor el impacto ambiental que se tiene a nivel mundial y del que las personas no tienen conciencia; que se  verá reflejado con el paso del tiempo en los distintos territorios si no se cambia el estilo de vida a uno más responsable con el ambiente.

¿Cómo se calcula la huella ecológica?

Como se menciona anteriormente la huella ecológica es un indicador que permite medir el impacto sobre el planeta de una determina forma de vida, ello correlacionado con la capacidad de la naturaleza para renovar los recursos que el ser humano utiliza, «es un indicador ambiental de carácter integrador del impacto que ejerce una cierta comunidad humana –país, región o ciudad- sobre su entorno, considerando tanto los recursos necesarios como los residuos generados para el mantenimiento del modelo de producción y consumo de la comunidad» (EcuRed, 2012)

La huella ecológica se mide en unidades de superficie, normalmente en hectáreas (ha), que es la unidad tradicionalmente considerada más cómoda para medir terrenos. Cada terreno, en cada lugar del mundo, tiene una productividad diferente, por ello, para poder comparar la huella de diferentes países, se usa la llamada hectárea global (hag), que es una hectárea de tierra con la productividad media en el mundo.

Para calcular estas superficies se basa en la siguiente premisa «todos los consumos, materiales y energéticos, y la absorción de residuos tienen su expresión correspondiente en territorio productivo pues requieren de éste para su producción o eliminación», la metodología se basa en dos aspectos básicos (Navarra.es. 2012):
  • Contabilizar el consumo de las diferentes categorías en unidades físicas.
  • Transformar éstos consumos en superficie biológica productiva apropiada a través de índices de productividad.

Debido a la inexistencia, en general, de datos directos de consumo, se estiman los consumos para cada producto con la matriz del área de absorción de CO2 . Los tipos de terrenos productivos para el cálculo de la huella ecológica son:
  • Cultivos: Superficies con actividad agrícola y que constituyen la tierra más productiva ecológicamente hablando pues es donde hay una mayor producción neta de biomasa utilizable por las comunidades humanas.
  • Pastos: Espacios utilizados para el pastoreo de ganado, y en general considerablemente menos productiva que la agrícola.
  • Bosques: Superficies forestales ya sean naturales o repobladas, pero siempre que se encuentren en explotación.
  • Mar productivo: Superficies marinas en las que existe una producción biológica mínima para que pueda ser aprovechada por la sociedad humana.
  • Terreno construido: Considera las áreas urbanizadas o ocupadas por infraestructuras
  • Área de absorción de CO2: Superficies de bosque necesarias para la absorción de la emisión de CO2 debido al consumo de combustibles fósiles para la producción de energía.

Una vez calculados los consumos medios por habitante de cada producto, se transforman a área apropiada o huella ecológica para cada producto. Ello equivale a calcular la superficie necesaria para satisfacer el consumo medio por habitante de un determinado producto. Para ello se utilizan valores de que pueden estar referidos a escala global, o bien, se pueden calcular específicamente para un determinado territorio teniendo en cuenta, así, la tecnología usada y el rendimiento de la tierra.

Un elemento complementario es el análisis del conjunto de actividades humanas y las demandas de superficie (huellas ecológicas) asociadas a cada una de ellas. Para ello se pueden establecer las siguientes categorías generales:
  • Alimentación: Superficies necesarias para la producción de alimentación vegetal o animal, incluyendo los costes energéticos asociados a su producción
  • Vivienda y servicios: Superficies demandadas por el sector doméstico y servicios, sea en forma de energía o terrenos ocupados.
  • Movilidad y Transportes: Superficies asociadas al consumo energético y terrenos ocupados por infraestructuras de comunicación y transporte.
  • Bienes de consumo: Superficies necesarias para la producción de bienes de consumo, sea en forma de energía y materias primeras para su producción, o bien terrenos directamente ocupados para la actividad industrial

A grandes rasgos el cálculo consiste en cumplimentar una matriz donde se representa el territorio necesario (por habitante) para satisfacer sus consumos agrupados en lo referente a la alimentación (agricultura, ganadería y pesca), el sector forestal, el gasto energético (la energía que se gasta en la producción de los bienes de consumo y el resto) y el territorio ocupado directamente. Para internalizar los flujos comerciales en su cálculo se ha adoptado la fórmula:

Consumo = Producción – Exportación + Importación

Para convertir las cifras de consumo en superficie, éstas son divididas por los correspondientes índices de productividad. Los utilizados a los efectos de este trabajo son los índices de productividad medios mundiales. Al sumar cada uno de los resultados de superficie ocupada por habitante obtenemos un valor final de Huella Ecológica.

Déficit o sobregiro ecológico

Cuando se calcula la huella ecológica, «se calculan las superficies reales de cada tipología de terreno productivo (cultivos, pastos, bosques, mar y terreno urbanizado) disponibles en el ámbito de estudio. La suma de todos ellos es la Capacidad de Carga Local y está expresada en hectáreas por habitante» (Ardisa, 2005:10).

La comparación entre los valores de la huella ecológica y la capacidad de carga local permite conocer el nivel de autosuficiencia de la población; si el valor de la huella ecológica está por encima de la capacidad de carga local, la región presenta un déficit ecológico. Por el contrario, si la capacidad de carga es igual o mayor a la huella ecológica, la región es autosuficiente.

Huella ecológica > Capacidad de carga Déficit ecológico

Huella ecológica ≤ Capacidad de carga Autosuficiente

La meta de cada individuo o población, provincia o país, debería ser que su huella ecológica fuera neutro a más baja en comparación con los recursos que se utilizan y por tanto, los que el planeta es capaz de reponer.



Autoras: Viviana Araya y Stephany Bejarano

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Recuerda

Todas nuestras acciones tienen alguna consecuencia ya sea positiva o negativa, y el planeta también se ve afectado por estas; por lo tanto, es responsabilidad de cada uno tomar las medidas que considere necesarias para consolidar un modo de vida màs sostenible con el ambiente.

Debemos de cuestionar la proveniencia de las cosas que utilizamos a diario, claro está que no se puede eliminar por completo la huella que dejamos en el planeta, pero si podemos tomar decisiones que ayuden a disminuirla, muchas veces por ignorancia o irresponsabilidad utilizamos aquello que más contamina cuando existen otras opciones que ni siquiera tomamos en cuenta.

Disminuir la huella ecológica es un esfuerzo colectivo, en el cual la educación forma parte fundamental, ya que si desde las edades tempranas enseñamos a las personas a ser críticas y que cuestionen el porqué de las cosas y sus elecciones, les ayudara a crecer y ser seres humanos conscientes y preocupados con el ambiente en el que viven y su conservación.

El planeta está pasando por un proceso de déficit ecológico, es decir, no está recuperando todos aquellos recursos que el ser humano utiliza en la misma cantidad de tiempo en la que se gastan; sabemos que no podemos cambiar al mundo pero cada aporte cuenta y mejora la calidad de vida no solo propia sino de todos aquellos que conviven con nosotros y la de las futuras generaciones.

Todas nuestras acciones tienen un impacto

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¿Cómo reducir tu huella ecológica? 

Hay muchas formas sencillas para reducir la huella que deja en el planeta, se puede reducir la huella de carbono en las categorías de consumo, alimentación, vivienda y bienes y servicios, además, amplificar el impacto animando a otros a seguir su ejemplo, en el campo personal y profesional se pueden involucrar estudiantes, familias, amigos y la comunidad.

Las siguientes son algunas de las muchas medidas que se pueden tomar para cambiar nuestro estilo de vida a uno más sostenible y responsable con el ambiente, según Ecological Footprint (2012):

Reducir la huella de carbono
  • Utilizar un transporte más limpio
  • Caminar, andar en bicicleta o tomar el transporte público siempre que sea posible.
  • Evitar dejar esperando el coche durante más de 30 segundos, es mejor apagar el motor (excepto en el tráfico). 
  • Haga revisar su vehículo con regularidad para mantener el control de las emisiones de sistemas operando a su máxima eficiencia. 
  • Evitar los viajes cortos avión-tomar un autobús o un tren en su lugar.
  • Añadir funciones de ahorro energético en su hogar.
  • Elegir electrodomésticos eficientes.
  • Adoptar hábitos de ahorro de energía
  • Desconectar sus aparatos electrónicos cuando no estén en uso. Para hacerlo más fácil, utilice una regleta. 
  • Secar la ropa fuera de lo posible.
  • Hacer un uso mínimo de energía cuando el equipo de jardinería.
  • Descongelar al refrigerador y congelador con regularidad.

Reducir la Huella de Alimentos
  • Comer más alimentos locales, orgánicos y de temporada.
  • Elegir alimentos con menos embalaje para reducir los residuos.
  • Comer más bajo en la cadena alimentaria, a nivel mundial, se ha estimado que el 18% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero están asociados con el consumo de carne.

Reducir la Huella de Vivienda
  • Elegir materiales de construcción sostenibles, muebles y productos de limpieza.
  • Explorar las características del diseño verde para su construcción, como la calefacción solar pasiva, una cuenca de captación de agua de lluvia o el sistema de reciclaje de agua gris, y materiales reciclados.
  • Elegir electrodomésticos eficientes, incluidas las cabezas bajas de caudal de ducha, grifos e inodoros.
  • Elegir muebles de segunda mano, reciclado, o producidos de forma sostenible.
  • Plantar plantas tolerantes a la sequía en su jardín y patio.
  • Usar biodegradables, no tóxicos productos de limpieza.
  • Adoptar hábitos de ahorro de agua
  • Usar el lavaplatos y la lavadora sólo cuando esté llena.
  • Lavar coches rara vez, o mejor aún, llévelo a un lavado de autos comerciales que usan menos agua por lavado de lavadoras en casa, y ellos también están obligados a drenar el agua utilizada en el sistema de aguas residuales.

 Reducir la huella de los Bienes y Servicios 
  • Comprar menos
  • Reemplazar elementos sólo si realmente lo necesita.
  • Reciclar todo el papel, vidrio, aluminio y plástico, además del material electrónico.
  • El compost de residuos de alimentos para el jardín. 
  • Comprar productos reciclados, en particular los llamados "post-consumo de residuos."

Como se observa en la lista anterior hay muchas acciones que podemos realizar para mejorar el impacto ambiental, cada persona debe analizar qué es lo que considera que debe cambiar para reducir su huella ecológica y tratar de hacer de ese cambio un hábito de vida sostenible con el planeta.
Bibliografía

Ardisa. (2005). Huella ecológica. Recuperado el 22 de octubre del 2012, de: http://agenda21ardisa.dpz.es/docs/ar_da_4.pdf

Ecological Footprint. (2012). Reduzca su huella ecológica. Recuperado el 22 de octubre del 2012, de: http://myfootprint.org/es/take_action/reduce_your_footprint/

EcuRed. (2012). Huella ecológica. Recuperado el 20 de octubre del 2012, de: http://www.ecured.cu/index.php/Huella_ecol%C3%B3gica

Global Footprint Network. (2012). La huella ecológica. Recuperado el 16 de octubre del 2012, de:       http://www.footprintnetwork.org/es/index.php/gfn/page/footprint_basics_overview/

Hernández, F. (2012). Huella ecológica. Recuperado el 16 de octubre del 2012, de: https://www.box.com/s/yxlck0elf895v0fga2ke

MASR. (2010). ¿Qué es la huella ecológica? Recuperado el 20 de octubre del 2012, de: http://www.masr.com.mx/que-es-la-huella-ecologica/

Navarra,es. (2012). Huella ecológica y sostenibilidad. Recuperado el 16 de octubre del 2012, de:          http://www.cfnavarra.es/medioambiente/agenda/Huella/Ecosos.htm

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